Un grupo de más de un centenar de vecinos de Cuchilla de Rocha, en la zona de Sauce, expresó su profunda preocupación por la detección de un fraccionamiento irregular en un predio rural de tres hectáreas, donde se vienen ofreciendo terrenos de 500 metros cuadrados bajo la figura de un supuesto barrio privado denominado “Amatista”.
De acuerdo con la denuncia presentada, el padrón rural N.º 29733 habría sido adquirido el pasado 29 de agosto por dos particulares, quienes luego comenzaron a subdividirlo en 50 lotes que se promocionan en forma económica y con facilidades de pago. Los vecinos aseguran que este procedimiento carece de la debida autorización y contradice la normativa vigente, ya que el terreno está categorizado como suelo rural y no puede ser destinado a urbanizaciones o centros poblados.
En su planteo, los vecinos señalan que la operatoria incluye la venta en cuotas de los lotes bajo la figura de “avus partes indivisas”, y que la promoción como barrio privado constituye un uso indebido del suelo. Según expresaron en la carta entregada a la Intendencia y a la Junta Departamental, esta práctica infringe normas de ordenamiento territorial y subdivisión de tierras, además de exponer a compradores de buena fe a un posible perjuicio económico, dado que los lotes no serían regularizables.
La denuncia, respaldada por más de 100 firmas, solicita que la Intendencia y la Junta Departamental investiguen la situación, constaten las infracciones, apliquen las medidas legales correspondientes y adviertan a la población sobre los riesgos de adquirir terrenos en fraccionamientos no habilitados.
En paralelo, el edil departamental del Partido Nacional, Marcelo Tamborini, presentó un escrito en la Junta Departamental de Canelones pidiendo que el cuerpo legislativo tome nota del caso y notifique a la Intendencia para que actúe de manera urgente.
Los vecinos remarcaron que, más allá del impacto territorial, la situación los indigna, ya que a muchos propietarios de la zona nunca se les permitió fraccionar sus campos con fines familiares, mientras que en este caso se estaría comercializando un fraccionamiento sin habilitación ni control.