La Intendencia de Canelones comenzó este martes la demolición de un conjunto de viviendas precarias ubicadas en la Rambla Costanera del arroyo Carrasco, a la altura de Santiago Vázquez, en Paso Carrasco. La intervención marca el inicio de un proyecto integral de infraestructura y vivienda que transformará las condiciones de vida de más de un centenar de familias que hoy residen en extrema vulnerabilidad.
El plan, coordinado por la Dirección de Vivienda del Gobierno Departamental, contempla la construcción de 90 viviendas nuevas, además de obras de saneamiento, agua potable, regularización de calles, alumbrado público, recuperación de la faja costera, la creación de un espacio público, un centro cultural y la limpieza de puntos críticos de basurales. En total, el proyecto alcanzará 116 soluciones habitacionales, combinando diversas modalidades de subsidios y realojos.
Las viviendas derribadas corresponden a familias que ya habían sido trasladadas a soluciones provisorias, en el marco del acompañamiento social implementado por el equipo técnico. En la zona convivían desde hace años hogares afectados por los desbordes del arroyo y la falta de servicios básicos, en un entorno con fuerte presencia de niños, niñas y personas mayores, algunas de ellas con problemas de salud asociados a las precarias condiciones de vida.
El director de Vivienda, Rodrigo Amengual, destacó la magnitud de la intervención. “La tarea implica el derrumbe, la recuperación del espacio, el movimiento de suelo y estamos en las gateras de un proyecto muy grande de infraestructura”, afirmó. Subrayó además que el impacto será significativo tanto para las familias como para el conjunto del municipio. “Todas estas personas van a tener saneamiento, un baño, una cocina, agua potable, un lugar para vivir y descansar sin estar sujetos a las inclemencias del tiempo. Pero también va a cambiar Paso Carrasco, porque esto trae servicios, infraestructura y espacios para toda la comunidad”, señaló.
El inicio de las obras está previsto para el primer trimestre del próximo año, una vez culminadas las instancias administrativas. Amengual adelantó que los trabajos se ejecutarán con dos empresas —una encargada de la infraestructura y otra de la construcción de viviendas— y que habrá tres frentes de obra simultáneos, con una proyección de finalización cercana a los 12 meses.
El jerarca remarcó asimismo la relevancia del componente social del proyecto. “Quizás lo más visible es lo físico y la infraestructura, pero el proceso más complejo y profundo es social: el acompañamiento de la familia, el diálogo, la reubicación, las soluciones provisorias, así como la participación de los vecinos en las asambleas y en el diseño del proyecto”, expresó.
Finalmente, valoró positivamente la respuesta de la comunidad involucrada. “Cada vez que se retira un basural, se mejora la infraestructura y se llega con servicios, impacta la calidad de vida. Implica construir confianza y entender la transformación, pero sin duda hay una buena recepción”, concluyó.
